25 de noviembre de 2010. Año de nuestro Señor (18.30 h.)
Cuarto dìa de navegaciòn y ciento veinte millas nàuticas màs, no està mal, sobre todo si tenemos en cuenta que hemos tenido casi 10 horas de calma. Para nosotros las calmas son tan temidas como los temporales, tanto uno como otro se hacen interminables, nunca sabes cuànto van a durar.
Pasamos toda la noche con el motor (la organizaciòn de la ARC lo permite siempre que informemos debidamente), justo con la salida del sol, y mientras desayunàbamos, pudimos ver a nuestra popa còmo un velero de 12 metros y bandera australiana paraba su motor e izaba su asimètrico, miràmos el anemòmetro y 8 nudos del suroeste, ni siquiera terminamos el desayuno; en solo un momento todos estàbamos sacando nuestro trapo, un asimetrico que esta mañana nos pareciò màs bonito y resplandeciente que nunca.
El resto del dìa ha transcurrido sin incidencias, esimismados con la grandeza del mar, pensando lo afortunados que somos al poder vivir esta aventura y siempre en nuestras mentes, nuestros seres queridos.
Nicolàs Dìaz.