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Ayachucho - DIA 6 - La pesca; una lección de la Universidad del la Vida



29-nov-08 - la pesca; una lección de la Universidad del la Vida
Felipe, mejor conocido como el mini capi, llego a Canarias con una ilusión (además del barco), enseñarle Diego su hijo y por ende a Juan Carlos, el pescar para sobrevivir en la vida y en particular, en el cruce del Atlántico. El domingo, temprano en la mañana, salió de Su barco, atracado en el muelle (Pantalán No. 18) de la marina deportiva de las Palmas, Gran Canaria, hacia la tienda dedicada a experimentados pescadores. Entro y dijo: "Quiero una caña para pescar y una lección de 10 minutos para aprender el oficio." El vendedor, un experimentado pescador, le dio una breve explicación y saco una divina caña asegurándole que duraría muchísimos años. Por su puesto, el precio no le pareció a Felipe y termino con el kit de promoción que incluía: caña, carrete, línea de 200 mts., tres diferentes tipos de anzuelos, cinturón de apoyo de caña, porta- cañas, un bat para knockear al pescado (o a un africano que se pusiera al tiro), cuchillo para filetear y un gran gancho para sacar el pescado. Todo esto por una módica suma de 50 euros.

Al día siguiente de la salida, ya estando más cómodos con el barco, Felipe decidió iniciar la pesca. Para ello, el mini-capi, llamo a sus pupilos, los alecciono con sus vastos conocimientos en la pesca y con voz profunda les dijo: "esto es más importante que sus estudios, es la universidad de la vida. Para ello, tienen que esforzarse y dominar los siguientes cinco puntos básicos de la pesca: Primero, instalar el anzuelo y soltarlo a la distancia correcta para que el pescado enganche, segundo, cobrar correctamente, tercero, filetearlo limpiamente con un mínimo de desperdicio, cuarto, cocinarlo en sus más diversas y sabrosas formas y finalmente, quinto, compartirlo y disfrutarlo con sus seres queridos."

Los jóvenes, se encontraban sumamente entusiasmados y ávidos de recibir todos los sabios conocimientos del maestro. Su alegría era tanta que contagiaron su ilusión a todos los miembros de la tripulación, inclusive al Capitán Mareado.

El gran maestro, el mini capi inmediatamente los puso a trabajar en el punto uno. Diego y Juan Carlos, ambos ingenieros civiles, rápidamente dominaron la instalación de la caña, del anzuelo e iniciaron su primera aventura en la "universidad de la vida". Se decidió que los pescados "muerden" solo al amanecer y al atardecer? como pajaritos!!!! En fin, unos minutos después, pico el primer pescado. Como les dio a entender y cometiendo todos los errores de un principiante sacaron un atún aleta amarilla? según el maestro. La lección teórica de cobrar el pescado había sido un fracaso, pero el resultado todo un éxito. Los pupilos más contentos, felices e ilusionados que nunca así como la tripulación en su total apoyo a ellos. Tendríamos comida fresca todo el viaje! Punto 3. El gran maestro, apoyado por el capitán mareado, sugirió que Joel fileteara el pescado y así enseñarles a los estudiantes como hacerlo. El filoso cuchillo comprado en el kit por Felipe, se utilizo por primera vez!!! El fileteado fue todo un éxito y se decidió que Joel lo preparara para una botana. Los pupilos estuvieron atentos en su preparación y maquilando la infinidad de posibilidades que podrían cocinar el próximo pescado.

Cuando nos lo comimos tipo sashimi corte fino en salsa de soya, limón y especies preparado por Joel todos quedamos felices. Media hora después, empezaron los problemas; Jose se mareo, le cambio el humor y de ahí nació su nuevo título: el capitán mareado? y el inicio del derrumbe de la ilusión de la universidad de la vida de los jóvenes.

A pesar de lo anterior, el mini capi no bajo la guardia y les dijo a los jóvenes "mañana será otro día y la pesca continuara!" Durante el siguiente par de días, Diego y Juan Carlos se esforzaron y se esmeraron, pero el cobrar los peces no se les daba del todo. Los peces picaban, la chicharra sonaba, el carrete daba vueltas y los jóvenes eran incapaces de que la presa llegase al barco. La teoría estaba fallando. Finalmente después de numerosos intentos, lograron pescar con éxito. Su oportunidad para filetear había llegado. Después de haberlo matado ahogándolo con la mitad de una botella de whisky (no encontraron el bat), se instalaron en proa para llevar a cabo la operación del fileteo. Con el objeto de ser equitativos a Diego le toco filetear un lado y a Juan Carlos el otro. El resultado fue el esperado: hicieron una macro masacre sacando solo 50 gramos de carne comestible? en forma de ceviche cuando el objetivo era sacar cuatro simples filetes.

Lo anterior no fue lo peor, cuando decidieron limpiar la masacre utilizaron una manguera por lo cual llenaron toda la teca de Jose de sangre y escamas. Su excitación era tal que se les olvido cerrar la única escotilla abierta: la del capitán mareado y su acompañante. Un bello y oloroso liquido con fuerte sabor a pescado entro en su pulcro camerino.

El capitán mareado sentado detrás del timón (aunque con el piloto automático), con mal humor del nuevo olor en su camerino, por el mareo que le había producido, según él, el pescado anterior, una mala noche y algo de neurosis, se levanto furioso y puso fin a la ilusión de los jóvenes.

El mini capi salió en la defensa de Diego y Juan Carlos apoyándose en la importancia en el aprendizaje y diversión de los jóvenes. Inmediatamente ordeno instalar la caña y tirar la línea al mar.

La expresión de felicidad de los jóvenes era indescriptible. Pidieron perdones al capitán mareado y prometieron ser extremadamente cuidadosos fileteando los pescados en el sashimi room (compartimiento del ancla) para no ensuciar la teca.

Al día siguiente pico un pescado y al cobrar la línea, la caña perteneciente a un kit económico, se desarmo y murió. Con ello, la ilusión de la pesca.
Sin embargo, la universidad de la vida continuó: lo barato sale caro!!!!!
Continuará!



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