Guardia de 12 a 2, un chubasco para empezar que duró 5 min, viento fresco que con trinqueta y mayor rizada nos ha dado 7 kt. Estrellas, luna que permite ver casi como si fuese de día, tranquilidad y sosiego en comparación con noches anteriores.
El entorno y la tranquilidad te llevan a pensamientos que no tendrias en otro lugar. Las olas llegando por la popa iluminadas por la luna como murallas de plomo derretido, amenazantes, pero despues eres perdonado y pasan suabes por debajo del barco empujandolo hacia su destino, una y otra y otra. Algunas veces, el mar, te enseña los dientes, solo un aviso para que no olvides que debes ser umilde al surcarlo, respetuoso, entonces el mar te respeta. No hay duda, si quieres hechar un pulso con el mar, él gana siempre y tú pierdes.
Esta mañana, por fin, hemos pescado el primer dorado, no muy grande pero suficiente para un buen marmitaco que nos ha cocinado el patrón. He de confesar que da pena ver un pez tan bello como pierde los colores azúl, y dorado al poco tiempo de sacarlo del mar y se convierte en un pescado gris, sin gracia, sin belleza, pero... esquisito.